A pocos meses de la interna
radical, jefes comunales de la centenaria fuerza buscan modernizar lo que
señalan como una “débil estructura partidaria”. Consensuar una lista de unidad
sería el máximo objetivo.
Es innegable que los boinas
blancas de la Provincia atraviesan un muy buen momento. Después de languidecer
du-rante muchos años a la sombra de un peronismo omnipresente en todos los
espacios de poder, hoy conducen el destino de 42 distritos bonaerenses, tienen
un rol importante en la Legislatura, ocupan cargos en el Ejecutivo y uno de sus
dirigentes es el vicegobernador.
Paradójicamente, esta situación
no se traduce en el funcionamiento del partido provincial, organización que
parece estar detenida en el tiempo, sin la vitalidad que la realidad política
requiere.
“La cuestión es cómo hacer para
generar un partido con vocación de poder dentro del espacio”, se preguntó el
intendente de Rauch, Maximiliano Suescun, en diálogo con La Tecla.
“Tenemos que darle contenido al
partido, modernizarlo, capacitarnos, formar cuadros técnicos en to-dos los
niveles; ésos son los desafíos”, agregó el alcalde, al relatar lo conversado
con más de una docena de pares que se convocaron en el Comité de La Plata con
el objetivo de empezar a charlar sobre la situación institucional de la UCR, de
cara a las elecciones internas de septiembre.
“Necesitamos que el partido tenga
una representatividad más fuerte”, disparó un radical, intentando sintetizar
las motivaciones de los conductores en los pa-gos chicos, quienes tomaron la
delantera en la reorganización de la estructura partidaria. La explicación a
esta iniciativa resulta bastante lógica, teniendo en cuenta que son los
intendentes los que gestionan en el territorio, sostienen los armados locales y
ostentan la mayor cuota de poder dentro de Cambiemos;
el PRO gobierna en 22 distritos.
“La idea no es hablar de líneas
internas, sino buscar una unidad, trabajar en conjunto, sumar; no dividir”,
aclaró la jefa comunal de Arenales, Erica Revilla, consultada sobre los
posicionamientos al interior del partido. Sin embargo, más allá de la postura
general manifestada por los alcaldes, resulta imposible ignorar la presencia de
dos líneas fuertes, hoy quizás estriadas por los resultados electorales, que
atraviesan a la centenaria fuerza bonaerense.
En este sentido, por un lado está
el alfonsinismo, que se oponía a la alianza con el PRO y la Coalición Cívica y
bregaba por jugar en el Frente Amplio Progresista, junto a Margarita Stolbizer
y el socialismo. Esa línea, que actualmente se reconoce dentro de Cambiemos, es
la que hoy integra la conducción del partido. De hecho, el diputado nacional
Ricardo Alfonsín es el presidente del mismo.
“Nosotros somos un frente que
reúne tradiciones diversas, y eso es adquirido como un valor; por lo tanto
nadie puede sorprenderse o molestarse porque esa diversidad se manifieste”,
dijo el legislador, y añadió: “Lo que hay que hacer es crear espacios de
diálogo para que podamos consensuar posiciones; no sólo con el resto de
Cambiemos, sino también con las otras fuerzas políticas”.
Por otro lado está el sector
referenciado con el mendocino Ernesto Sanz, quien lideró la articulación con el
ma-crismo y ganó la pulseada en la histórica convención de Gualeguaychú. El
má-ximo exponente del sanzismo en tierra bonaerense es el vicegobernador:
Daniel Salvador.
“Tenemos que hacer lo imposible
para unificar todos los sectores y armar una lista de unidad”, dijo el
intendente de Rauch, quien también resaltó que el objetivo no es confrontar ni
mirar para atrás. Entre los objetivos de los alcaldes aparece la modernización
y la comunicación. Si bien distinguen los foros como una forma eficiente de
gestionar en conjunto, admiten una falta de contención partidaria.
“No nos llaman del Comité
Provincia, no nos preguntan cómo están los municipios, qué les hace falta; no
estamos hablando de parte económica, estamos hablando de lo político, de lo
dirigencial”, sentenció Revilla.
Los organizadores del encuentro
en el comité resaltaron que fue convocado con poco tiempo, y de esa manera
justificaron la ausencia de más de la mitad de los jefes comunales. Esta
situación abre el interrogante acerca de cuál será el posicionamiento de
quienes no estuvieron presentes.
En pos de avanzar en la
reorganización del partido, la próxima reunión ya tiene fecha: será el 26 de
mayo. Serán invitados legisladores provinciales y nacionales. También esperan
las presencias de funcionarios y del vicegobernador.
De esta manera, el radicalismo se
puso en marcha para encarar un nuevo proceso interno. En esta oportunidad, la
iniciativa vino desde el llano, desde los al-caldes, que tienen un gran desafío
por delante: la unificación; que hasta el momento ni el triunfo electoral pudo
alcanzar.
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