Los escándalos lo tienen entre
las cuerdas. Tuvo que echar a tres funcionarios y los concejales se rebelan.
“Juan Ignacio, por favor, revisá
que Pelusa esté comiendo bien. Estamos tapados de quilombos y lo único que nos
falta fue que se nos muera el elefante”. Palabras más, palabras menos, así el
intendente de La Plata, Julio Garro, le trasmitía su preocupación por el tema
al secretario de Espacios Públicos, Juan Ignacio Martínez Ayerra.
Es que el alcalde macrista tiene
motivos para preocuparse: en su gestión siguen estallando escándalos todas las
semanas. Por eso, un atraso con los proveedores de alimentos del ZOO hizo al
intendente temer peor.
Pero el peor problema para el
intendente es político. Los escándalos y las desinteligencias generaron un
frente interno dentro del gobierno cuyas consecuencias son inciertas.
Tras apenas dos meses de gestión,
Garro enfrenta ahora un frente interno que lo tiene entre las cuerdas. Las
denuncias de corrupción comenzaron a ser una realidad. Durante el fin de semana,
tres funcionarios de segunda línea debieron presentar la renuncia. Se trata del
coordinador de centros comunales, Alejandro Saavedra; el director interino de
la República de los Niños, Sergio Roldán; y el director de Economía Social,
Jorge Butrón. Se trata de los primeros cambios en una gestión que tiene apenas
poco más de dos meses.
Saavedra, es un policía exonerado
que estuvo vinculado en distintas investigaciones penales. Dentro del gobierno
de Garro, se desempeñaba bajo la órbita del secretario de Gobierno, Nelson
Marino. Él mismo presentó la renuncia en medio de la polémica y malestar que
había provocado su designación.
En tanto, Roldán, dependiente de
la secretaría de Espacios Públicos, renunció, luego del accidente con el
trencito en la República de los Niños. En los últimos días cobraron fuerza las
versiones de que el funcionario puso al frente de formación a trabajadores sin
experiencia. En el municipio dicen que podría haber ocurrido una tragedia si el
tren descarrilaba sobre el puente que atraviesa el lago de ese paseo temático.
Por último, Bultrón fue
denunciado por los microemprendedores que integran las ferias que funcionan en
las distintas plazas de la Ciudad por el presunto pedido de coimas para
habilitaciones que son gratuitas. En este caso, habría sido el propio Garro
quien le pidió su renuncia.
En paralelo las tensiones asoman
dentro del oficialismo. El concejal macrista, Julio Irurueta, se despachó este
fin de semana con fuertes críticas a Garro en su cuenta de Twitter. “La
autocrítica es el primer paso fundamental para corregir cualquier error y
encaminar el rumbo. Todos podemos equivocarnos, somos humanos”, dijo el edil.
“Ya tendríamos que tener resuelto si o si lo básico: alumbrado, barrido,
recolección, semáforos, bacheo. Evidentemente alguien está fallando”, agregó.
En tanto, el radicalismo en el
Concejo Deliberante comenzó a marcar diferencia de la gestión. Un grupo de
concejales que integran el bloque Cambiemos emitió un documento en el que
manifiesta fuertes diferencias con Garro sobre las negociaciones con la empresa
Esur por la renovación del contrato para la recolección de residuos.
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