Ante la puesta en marcha del
Protocolo impulsado por el Ministerio de Seguridad Nacional, organizaciones de
izquierda marcharon hasta la casa de Patricia Bulrrich. “El protocolo viola al
menos cuatro derechos constitucionales básicos”, explicaron los dirigentes que
se acercaron hasta la vivienda de la funcionaria.
El Movimiento Socialista de los
Trabajadores (MST) realizo este mediodía un acto de escrache a la ministra de
Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en su domicilio, ubicado en la
intersección de Scalabrini Ortiz y Beruti, en el barro de Palermo en contra del
Protocolo Antipiquete.
La medida desató un vendaval de
críticas de funcionarios porteños y de la Nación que salieron en defensa de la
ex diputada por la Ciudad. En concreto, el propio Ministerio realizó una
denuncia penal y sostuvo que se trata de una práctica “intimidatoria”.
“Esta medida intimidatoria se
opone a uno de los objetivos primordiales de este gobierno nacional: unir a
todos los argentinos. Y a su vez, atenta contra la idea de una convivencia en
armonía”, señaló la cartera mediante un comunicado oficial.
Desde la Legislatura Porteña, el
diputado Juan Pablo Arenaza, –dirigente de Unión por la Libertad, el partido de
Bullrich– consideró que se trata de una “actitud fascista”. “Si no están de
acuerdo con el Protocolo de Actuación en las Manifestaciones Públicas que vayan
a protestar al Ministerio de Seguridad, no a la casa de la ministra. Todos los
ciudadanos tenemos derecho a reclamar sin violencia y sin atentar contra la
idea de una convivencia armoniosa y en paz”, reclamó.
El MST, liderado por Alejandro
Bodart y Vilma Ripoll, movilizó este lunes en protesta por el Protocolo de
regulación de la protesta social que presentó la semana pasada la propia
Patricia Bullrich ante los medios de comunicación con una incitación a
descomprimir los cortes en “pocos minutos”. La iniciativa recibió el inmediato
rechazo de sectores políticos y sociales.
“El protocolo viola los derechos
constitucionales a reunirse, manifestar y peticionar a las autoridades y busca
sofocar los reclamos populares contra el ajuste macrista. También viola la
libertad de expresión e información con un corralito a los medios para censurar
a manifestantes y periodistas. Con semejante engendro represivo volverá a haber
muertos en las protestas sociales”, justificó el ex diputado porteño, Alejandro
Bodart.
Seguidos por unos 300
manifestantes, los dirigentes del MST portaron un gran cartel con los rostros
de Macri y Bullrich y la leyenda “ajuste y represión”. Como Macri sabe que los
despidos, bajos salarios y tarifazos generan reclamos, intenta amedrentar con
esta bravuconada. Si bien un corte de calle causa molestia, nadie cortaría nada
si los gobernantes dieran respuestas concretas a los reclamos sociales”,
fundamentó Ripoll.
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