El titular del ente encargado del
saneamiento de la cuenca Matanza Riachuelo presentó la renuncia y apuntó a las
internas del PRO. Denunció que "no hay planes" ni
"definiciones" de parte del Gobierno de Macri.
Con menos de 60 días al frente
del organismo que se encarga del saneamiento de la cuenca Matanza Riachuelo,
Amílcar López presentó hoy la renuncia y dejó expuesta una fuerte interna
dentro del PRO, que no termina de nombrar el personal que debe acompañar la
gestión.
El propio López le confirmó al
diario La Nación que deja el cargo, para el cual demandó “decisiones rápidas”.
“Sé lo que hay que hacer, pero no puedo seguir adelante si no hay definiciones
respecto de las personas y de las políticas”, explicó, tras lo cual denunció
que “no existe” un plan.
La denuncia de López tiene que
ver con que, si bien se repartieron los lugares “políticos” dentro de la
estructura –el massismo puso a Sergio Federovisky, por ejemplo-, no había aún
directores en función, y se había desatado una puja por esos lugares, en la que
tomaba parte el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, que busca nombrar gente
de su riñón.
Vale recordar que el saneamiento
del Riachuelo fue ordenado por la Corte Suprema de Justicia en 2008, y fue ese
el motivo que desembocó en la creación de ACUMAR, un ente tripartito entre
Nación, Buenos Aires y la Capital Federal.
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