Los comicios se llevarán a cabo
en agosto y septiembre, según confirmaron fuentes del Ejecutivo. Desde el
vidalismo quieren que sea la Gobernadora la que tenga el control y la lapicera
para armar las listas. Jorge Macri mira desde lejos.
Tras la intervención del PRO en
la Provincia de Buenos Aires, desde el vidalismo buscan su normalización y
desarrollar los comicios entre agosto y septiembre e instalar a la gobernadora
María Eugenia Vidal como presidenta del partido en la Provincia.
Según confirmaron fuentes del
Ejecutivo a La Tecla.Info, será ella quien tenga el control del Partido y la
lapicera para el armado de las listas.
La instalación de Vidal como
presidenta del PRO bonaerense data del mes pasado cuando el Ministro de Gobierno
Federico Salvai planteó -a Télam- que se hará “una campaña de afiliaciones, con
ayuda de las redes sociales y de las estructuras de los intendentes del PRO,
con el objetivo de tener normalizado el partido antes de 2017”.
Tal como informó La Tecla.Info a
fines de marzo, el oficialismo provincial quiere una renovación de autoridades
interna a través de una lista de unidad con la gobernadora encabezándola.
La "normalización"
refiere a que el partido está intervenido por la jueza electoral María Romilda
Servini -debido a que no participó su sello electoral en los comicios de 2011 y
2013- quien designó como interventora a María Fernanda Inza, en una jugada que
contó con el aval informal de la mesa partidaria provincial.
Fuentes del entorno del
intendente de Vicente López, Jorge Macri, (quien presidía el partido hasta que
llegó Inza), dejaron trascender que con la intervención se logran retener los
afiliados con los que ya contaban y permite hacer más fácil el proceso de
normalización.
Desde el sector que responde a
Vidal, mantienen desde fines de 2013 una relación tirante con el primo del
Presidente, debido a diferencias en su momento sobre la estrategia electoral y,
principalmente, por la competencia entre ambos sectores que hubo en las PASO
para gobernador, que finalmente no llegaron a concretarse por decisión de
Mauricio Macri.
Incluso, Macri estaba interesado
en ser el jefe de Gabinete de Vidal y hubo conversaciones al respecto durante
el tramo final de la campaña, pero la gobernadora decidió disolver ese cargo,
que en los hechos fue ocupado por dos de sus funcionarios más cercanos: Salvai
y el ministro de Coordinación, Roberto Gigante.
El vidalismo ve con buenos ojos
que Jorge Macri sea el vicepresidente del partido como un gesto de unidad,
aunque saben que aún es muy pronto para definiciones -especialmente con la
probable voluntad del intendente de ser candidato a senador por la Provincia en
2017-.
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