Los varelenses padecen a diario
las demoras en las frecuencias de los colectivos mientras las denuncias se
suman en contra de la empresa San Juan Bautista de MOQSA. Señalan que los
choferes no paran en las paradas y una mala distribución de las unidades.
Por Víctor Bravo | A fines de
marzo un conflicto entre la empresa San Juan Bautista y parte de los choferes
de las líneas 500 y 383, dejó a miles de usuarios sin el servicio regular de
colectivos por poco más de 24 horas. El reclamo de los trabajadores según
trascendió es que “la empresa no realiza las inversiones necesarias para seguir
brindando el servicio”.
El conflicto se resolvió, pero
los pasajeros de Florencio Varela siguen padeciendo el servicio deficiente que
brinda la línea comunal, según denuncian los usuarios más allá de que ahora la
empresa esté a cargo de la subsidiaria de la compañía Micro Omnibús Quilmes
Sociedad Anónima (MOQSA) que también controla las emblemáticas líneas 148 (El
Halcón) y la 159 (Blanquito) y que se había propuesto brindar un servicio de
calidad cuando tomó el piso de recorridos locales que tenía la empresa 30 de
Agosto.
DENUNCIADO
El boleto aumento hace dos
semanas por el punto final que le puso el gobierno nacional a los subsidios y
el boleto pasó de valer 3 pesos a 6 pesos de un día para el otro. Pero eso no
generó cambios en el servicio y tampoco parece ser motivo para una mejora real.
Los reclamos de los usuarios apuntan todos a la frecuencia de los colectivos
desde los barrios hacia el centro de Varela y del centro a los barrios y entre
las conexiones internas que tienen los recorridos. El servicio de la línea 508,
ramal 4, es uno de los más denunciados por los vecinos. Llegar, por ejemplo,
desde avenida Novak en el barrio Santa Rosa hasta la estación Varela –una
distancia de 25 cuadras- puede hacerle perder un tiempo aproximado de 40
minutos de espera en la parada, para un viaje de 6 minutos. “Yo espero el
colectivo en la última parada sobre avenida Novak. Ese recorrido que después
dobla en calle Serrano es insoportable”, se queja Leandro, un usuario
habitual de la línea comunal o como él
se describe: “Una víctima de este servicio malísimo”.
CANSADOS
“Estamos podridos de que el
colectivo no nos pare. A veces estamos varios vecinos en la parada aguantando
30 minutos y cuando viene el colectivo no te para por ahí porque viene lleno
qué sé yo. Es una falta de respeto; uno llega tarde, pierde presentismo en el
trabajo porque calcula un tiempo de viaje entre esperar y una demora normal y
terminás llegando tardísimo a cumplir con las obligaciones”, dijo el joven que
se mudó hace 2 años al barrio La Esmeralda. “Esperar para una persona joven por
ahí no es tanto, pero esto también lo padecen jubilados, embarazadas, mujeres
con chicos chiquitos. Te clavas”, se quejó.
Pero el caso de Leandro no es el
único, y solo sirve para ejemplificar las reiteradas denuncias contra la
empresa. Las quejas se suelen elevar al Municipio y hasta ante la CNRT
(Comisión Nacional de Regulación del Transporte), desde donde derivan la
cuestión a las autoridades locales ya que no tiene injerencia de control sobre
las líneas comunales.
COMPRESIVOS Y NADA MAS
Nilda, otra usuaria de la línea
local, más precisamente de la línea 503, también se queja. Le dijo a este
diario que hizo varios reclamos a la empresa, pero nada mejoró en años. “Desde
que cambió la empresa para mí es lo mismo. Yo llamé para hacer un reclamo y te
atienden bien, los notás compresivos con lo que le decís y te entienden, pero
todo sigue igual. Lo hacen porque no les importa la gente, el que trabaja o va
a la escuela”, dijo la mujer de unos 50 años que esperaba el colectivo (llevaba
20 minutos) en la parada abordar un colectivo sobre avenida Senzabello.
Los usuarios se preguntan si es
posible que además no existe una mala distribución de las unidades en cada
ramal, ya que en ocasiones en la estación Varela pueden verse más seguido el
pasar de colectivos de determinados ramales, aseguran. Según voceros de la
empresa San Juan Bautista, la línea 500 cuenta con 80 unidades para brindar el
servicio regular, mientras que la línea 383 está compuesta por una flota de 30
colectivos.
OBLIGACIONES
Pero a favor de los usuarios que
se sienten perjudicados con las demoras por la calidad de las frecuencias y más
allá de la disposición a la que está obligada la empresa por la concesión del
piso, existen obligaciones de parte de los choferes a favor de los usuarios
como parte de los derechos de estos último como tal de un servicio público.
Fundamentalmente el usuario de
colectivos tiene derecho a recibir una prestación razonable de acuerdo a los
reglamentos vigentes conforme su seguridad y comodidad. Y debe recibir también
un trato respetuoso de parte de la compañía y de los chóferes. Por lo que goza
del derecho de que se hagan cumplir todas las obligaciones antes descritas.
Entre esa obligaciones se
destacan que durante la noche (entre las 22 y las 6), los choferes deben parar
cuando se les solicite, aunque sea fuera de la parada. Incluso hay normas
establecidas para los días de lluvias y para las personas con movilidad
reducida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario