El jefe comunal de Ayacucho,
Pablo Zubiaurre (UCR), descargó toda su furia en la red social Facebook, luego
de encontrarse con una maliciosa publicación que hacía referencia a su hijo.
Dijo que con estas actitudes "quizá logren que yo me vaya", pero les
advirtió a los autores de la movida que "así nunca van a ganar". Los
trató de "hijos de puta" y "soretes"
Muchas veces he dicho que la
función de Intendente me ha deparado numerosos momentos de alegría y también
otros tantos de preocupación y tristeza. Quien ocupe este lugar debe estar
dispuesto desde un primer momento a asumir esta situación que es, creo,
inevitable. No puede pedir que sea diferente pues va con el pulso de una
ciudad, y ese pulso condiciona cada día.
Puede si, pedir que los actores
políticos actúen de acuerdo a algunas reglas básicas de honorabilidad. Me banco
que me digan muchas cosas, y de ellas trato de defenderme en tanto me acompañen
los argumentos; eso si, puedo entender que me ataquen a mí, no a mi familia que
nada tiene que ver con mi proceder. Y, segundo, puedo intentar defenderme si se
quién o quienes son los que me acusan, desde la libertad con que nos permite
hacerlo la democracia. El anonimato en democracia es, necesariamente, cobardía
y muy posiblemente, una clara señal de malicia. Opino permanentemente y puedo
equivocarme, pero siempre lo hago desde mi firma, haciéndome cargo de lo que
digo.
Ayer, una página llamada
Ayacucholandía sin firma responsable, pero que está hecha, seguro, por un lote
de grandes hijos de puta que no se animan a firmar lo que escriben y que muchos
imaginamos quienes son, arteramente, subió una especie de condena, de escrache
con moralina, contra mi hijo por fumar marihuana, cosa que lamentablemente es
más común de lo que muchos quisiéramos en nuestro pueblo. No lo hicieron por
eso sino para tratar de perjudicarme a mi, pero en su objetivo no midieron el
daño que pueden hacerle a un chico que nada tiene que ver con lo que a ellos
les interesa que es claramente, dañarme políticamente para acceder alguna vez
al Municipio.
Verdaderos soretes, que entiendo,
lejos están con estas cosas de lograr su objetivo. Si después de casi cinco
años de gobierno tienen que atacar a mi hijo por fumar un porro para atacarme a
mí, quiere decir que no les abundan las razones ni las propuestas políticas. Y
así dificilmente ganen.
Eso si, me joden mucho
personalmente, y días como el de hoy me dan ganas de volver a mi casa y que
otro se encargue de la Municipalidad. Me jode la gente sin códigos, y me jode
ver sufrir a mi gente más querida. Y si insisten, quizás logren que yo me vaya.
Eso si, soretes, así no van a ganar nunca.
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