viernes, 23 de diciembre de 2016

Macri, más cerca de quedarse con un juzgado clave para las elecciones del año que viene


Avanza el pedido de traslado del juez de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, al juzgado Federal 1 de La Plata, con competencia electoral, a pesar de las serias objeciones que pesan sobre el proceso.
Ayer, la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura dio un paso fundamental para cumplir el deseo del Gobierno de colocar, a pesar de las serias objeciones que tiene el proceso, a un juez “propio” al frente del Juzgado Federal 1 de La Plata, que tiene competencia electoral sobre toda la Provincia.

el plan del gobierno de Mauricio Macri es hacer lugar a un pedido “espontáneo” del Juez Federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, un ex alumno del colegio Cardenal Newmann, como Macri y gran parte de los funcionarios de su administración.
Claro que, para ello, deberá sortear una serie de irregularidades que viene manifestando la oposición y que dejaron en claro los miembros de la Cámara Federal platense cuando se les pidió opinión. La designación de Culotta no debería poder hacerse, habida cuenta de que contradice varios aspectos de la normativa.

Según los magistrados Schiffrin, Calitri y Vallefin el hecho de que ya exista un concurso abierto para cubrir la vacante que dejó hace dos años Manuel Blanco -trámite número 348, sospechosamente demorado luego de haber sorteado un jurado- y que Culotta no tenga la misma competencia que la solicitada para el Federal 1 hacen imposible su designación, que llegaron a tachar de inconstitucional.
No obstante, la mayoría oficialista dentro de la Comisión de Selección primó sobre lo que manda la ley, y el pedido de traslado se impuso por 4 a 2. Aparentemente hubo en el medio un paso de comedia que deja en evidencia las dudas en torno a la jugada.

Por ejemplo, que el titular de la Comisión, Luis María Cabral, consejero en representación de los Jueces de la Nación, no participó del tratamiento del tema. Sólo cuando su ausencia hizo peligrar el quorum –luego de que los representantes del FpV intentaran dejar la sala-, volvió a la mesa. A la hora de votar, se abstuvo, y dejó el marcador en 4 afirmativos y 2 negativos.
La lectura que surgió de ese minué es que Cabral se esforzó para evitar convalidad lo que puede convertirse en un verdadero escándalo en 2017.

La saga continuará en febrero, cuando el plenario del cuerpo deba votar lo que ya avaló la comisión. Allí se prevé que, nuevamente, la mayoría automática de Cambiemos logre los siete votos necesarios para cumplir con la faena. De concretarla, se quedará con un juzgado clave, que puede habilitar o impugnar una candidatura electoral.


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