Avanza el pedido de traslado del
juez de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, al juzgado Federal 1 de La Plata,
con competencia electoral, a pesar de las serias objeciones que pesan sobre el
proceso.
Ayer, la Comisión de Selección
del Consejo de la Magistratura dio un paso fundamental para cumplir el deseo
del Gobierno de colocar, a pesar de las serias objeciones que tiene el proceso,
a un juez “propio” al frente del Juzgado Federal 1 de La Plata, que tiene
competencia electoral sobre toda la Provincia.
el plan del gobierno de Mauricio
Macri es hacer lugar a un pedido “espontáneo” del Juez Federal de Tres de
Febrero, Juan Manuel Culotta, un ex alumno del colegio Cardenal Newmann, como
Macri y gran parte de los funcionarios de su administración.
Claro que, para ello, deberá
sortear una serie de irregularidades que viene manifestando la oposición y que
dejaron en claro los miembros de la Cámara Federal platense cuando se les pidió
opinión. La designación de Culotta no debería poder hacerse, habida cuenta de
que contradice varios aspectos de la normativa.
Según los magistrados Schiffrin,
Calitri y Vallefin el hecho de que ya exista un concurso abierto para cubrir la
vacante que dejó hace dos años Manuel Blanco -trámite número 348,
sospechosamente demorado luego de haber sorteado un jurado- y que Culotta no
tenga la misma competencia que la solicitada para el Federal 1 hacen imposible
su designación, que llegaron a tachar de inconstitucional.
No obstante, la mayoría
oficialista dentro de la Comisión de Selección primó sobre lo que manda la ley,
y el pedido de traslado se impuso por 4 a 2. Aparentemente hubo en el medio un
paso de comedia que deja en evidencia las dudas en torno a la jugada.
Por ejemplo, que el titular de la
Comisión, Luis María Cabral, consejero en representación de los Jueces de la
Nación, no participó del tratamiento del tema. Sólo cuando su ausencia hizo
peligrar el quorum –luego de que los representantes del FpV intentaran dejar la
sala-, volvió a la mesa. A la hora de votar, se abstuvo, y dejó el marcador en
4 afirmativos y 2 negativos.
La lectura que surgió de ese
minué es que Cabral se esforzó para evitar convalidad lo que puede convertirse
en un verdadero escándalo en 2017.
La saga continuará en febrero,
cuando el plenario del cuerpo deba votar lo que ya avaló la comisión. Allí se
prevé que, nuevamente, la mayoría automática de Cambiemos logre los siete votos
necesarios para cumplir con la faena. De concretarla, se quedará con un juzgado
clave, que puede habilitar o impugnar una candidatura electoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario