El Frente Renovador perdió dos
concejales que repudian la conducción de Julio Ledesma y podrían colaborar con
un oficialismo convulsionado por la llegada de “estrellas extranjeras” a la
gestión de Verónica Magario y Fernando Espinoza.
Envuelto en una fuerte puja
interna, el Frente Renovador de La Matanza perdió en las últimas horas a dos de
sus integrantes, Abraham Delgado y Natalia Ybalo –yerno y nuera-, abiertamente
enfrentados a la conducción de Julio Ledesma.
Los hechos se precipitaron con la
decisión del ex candidato a intendente, que quería desplazar a Delgado de la
conducción del bloque -a quien acusaba de haber fiscalizado para la campaña de
Aníbal Fernández en los últimos comicios-, para colocar en su lugar a Laura
Piperno. En una reunión celebrada ayer, Delgado acusó de destrato a Ledesma y
anunció su decisión.
La que celebra detrás de
bambalinas es Verónica Magario, que, si bien ostenta la mayoría, no está para
tirar manteca al techo. La llegada de “refugiados” del Gobierno nacional y del
Gobierno provincial al distrito –desde Alejandro Rodríguez hasta Débora Giorgi,
pasando por Alejandro Collia y Silvina Gvirtz- resintió la estructura local que
vio postergadas sus aspiraciones.
Con ese escenario, la intendenta
del distrito más populoso de la Provincia y su socio político, Fernando
Espinoza, asesor estrella del Ejecutivo, empezaron a desconfiar en el Concejo
Deliberante, a donde próximamente deberá remitir proyectos clave como la
rendición de cuentas del último ejercicio.
Para no pasar sobresaltos,
especulan en Matanza, no viene mal la colaboración de dos ¿adversarios?, a
quienes versiones maliciosas les atribuyen, desde ya, un generoso pago: la
Dirección de Tránsito local, una caja recauda de la mano de las siempre
polémicas renovaciones de licencias.
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