Estimaciones de la comuna en
torno a la parálisis dan cuenta de que hay en riesgo más de 7 mil empleos
directos e indirectos. Preocupación e impotencia en el Ejecutivo municipal.
Los 2.400 trabajadores que se
espera quedarán cesanteados por el parate de las obras de Aucha III y IV son
apenas la punta del ovillo que puede terminar en una verdadera catástrofe para
el distrito bonaerense de Zárate, que aloja a las dos centrales nucleares en
crisis.
Es que, de acuerdo a las
estimaciones del municipio que comanda Osvaldo Cáffaro, esa cantidad de empleos
-trabajadores capacitados por el Estado como ingenieros, arquitectos y
especialistas en soldadura, por ejemplo- implican entre el 8 y el 10 por ciento
de la población económicamente activa del distrito.
En el llano, esto implica que la
desocupación se disparará al menos en una cifra equivalente. Ahora bien, si la
parálisis se acrecienta y llega al empleo indirecto, desde trabajadores de
maestranza hasta lo que implica la gastronomía y otros servicios, el
multiplicador es de 2.5.
Con esas variables, la cuenta es
fácil: el impacto total del parate puede redundar en un aumento del desempleo
de entre el 20 y el 25 por ciento para el distrito, lo cual es una verdadera
catástrofe.
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